“IMPACTO PSICOSOCIAL DE LA PANDEMIA COVID-19 EN LOS NIÑOS DE 4, 5 Y 6 GRADO DEL COLEGIO LA ODISEA MUNICIPIO DE MATAGALPA, II SEMESTRE 2020”

La pandemia por coronavirus 2019 (COVID-19) es una emergencia de salud pública de preocupación internacional, con impacto sin precedentes en siglo XX, hoy representa un desafío en la salud mental.

La pandemia del COVID-19 es uno de los retos más serios que ha enfrentado la humanidad en tiempos reciente. Todavía se desconoce lo que podría ser su costo total en vidas humanas; de manera simultánea a la pérdida de vidas y a la profunda crisis de salud.

El impacto en los niños, niñas, adolescentes y su familia será devastador, con enfermedades, aislamiento, miedo y pérdida de medios de vida.

La niñez es la victima oculta de esta pandemia, están siendo afectados por la pobreza, la violencia y los conflictos; niños y niñas desarraigados o muriendo por causas prevenibles, están fuera de la escuela o perdiendo vacunas esenciales.

Durante la infancia y adolescencia, el desarrollo cognitivo, social y emocional atraviesa sus fases más cruciales. Las experiencias que se viven en estas etapas ocupan un lugar crítico en la conformación de la salud mental de una persona y por tanto, son elementos esenciales para gozar de un buen estado de salud y calidad de vida en las diferentes etapas.

Considerando que la salud mental juega un papel importante para una adecuada calidad de vida nace el interés de realizar este trabajo investigativo en este grupo etario ya que se encuentran en una etapa de transición de niñez a adolescencia y cualquier experiencia vivida de tal magnitud como la actual pandemia podría tener repercusiones a largo plazo.

Los resultados obtenidos en dicho estudio, fueron que la mayoría de los infantes encuestados eran niños con un 37.3% con una edad de 11 años de religión evangélica, procedían del área urbana y cursaban el 6 grado, se evidenció que la pandemia tuvo un gran impacto negativo en el desarrollo de la autoestima, la inteligencia emocional y las habilidades comunicativas de los niños en edad escolar.

Es fundamental, por tanto, garantizar el más alto nivel posible de salud mental de la población y para ello, este ámbito tiene que ocupar un lugar central en las políticas de respuesta y repercusión de la crisis asociada al COVID-19 en nuestro país.